Ajolote mexicano (Ambystoma mexicanum)

El ajolote mexicano es una salamandra con la característica poco común de retener sus rasgos larvales a lo largo de su vida adulta. Esta condición, llamada neotenia, significa que mantiene su aleta dorsal de renacuajo, que se extiende por casi toda la longitud de su cuerpo, y sus branquias externas plumosas, que sobresalen de la parte posterior de su ancha cabeza.

Se encuentra exclusivamente en el complejo de Xochimilco, cerca de la Ciudad de México, los ajolotes se diferencian de la mayoría de otras salamandras en que viven permanentemente en el agua. En casos extremadamente raros, un ajolote alcanzará la madurez y emergerá del agua, pero por lo general, se contentan con permanecer en el fondo de los lagos y canales del lago Xochimilco.

Como parientes cercanos de la salamandra tigre, los ajolotes pueden ser bastante grandes, alcanzando hasta un pie (30 centímetros) de longitud, aunque el tamaño medio está más cerca de la mitad. Por lo general, son de color negro o marrón moteado, pero variedades albinas y blancas son algo común, especialmente entre los especímenes en cautividad.

Los ajolotes son de larga vida, sobreviviendo hasta 15 años de una dieta de moluscos, gusanos, larvas de insectos, crustáceos y algunos peces. Acostumbrados a ser un depredador en su hábitat, esta especie ha comenzado a sufrir la introducción de peces de gran tamaño en su hábitat. Las amenazas naturales incluyen a las aves rapaces, como las garzas.

Las poblaciones de ajolotes están en declive debido a las exigencias de la cercana Ciudad de México que han dado lugar a la desecación y contaminación de gran parte de las aguas del Lago de Xochimilco. También son populares en el comercio de acuarios, y el ajolote tostado es considerado un manjar en México, reduciendo aún más sus números. Se les considera una especie en peligro crítico.